El decidir entrar a una
carrera en la cual se integra el arte y la enseñanza de éste, es saber que se
asume cierto “riesgo” de elegir una de las dos opciones, de encariñarse con
alguna y de dejar en el aire la posibilidad de la otra.
En el transcurso de mi
proceso de formación, ha venido ocurriendo un descubrimiento personal sobre en
qué lugar o en qué opción me siento mejor, en dónde encuentro un mayor gusto o
placer y es aquí cuando aparece un montón de interrogantes acerca de lo que me
gustaría ser o ejercer, pues me he dado
cuenta que no sé si quiera ser licenciada.
El ser licenciado
implica un montón de cosas que están fuera de sí, es decir, hay que estar
consciente del otro, de mi relación con él y que el trabajo que se desarrollará
no sólo depende de mí sino también del otro, de cómo esa otra persona hace
posible que mi trabajo se lleve a cabo, ya que estamos condicionados el uno con
el otro, pero que también es de suma importancia la fluidez y un buen
entendimiento para que a la hora de
llevar a cabo el trabajo, éste deje de ser trabajo y se convierta en una
situación de mutuo aprendizaje y un espacio de enseñanza.
Entonces es aquí (teniendo en cuenta lo anterior)
cuando me pregunto si quisiera ser licenciada, y ¿qué clase de licenciada me gustaría ser? bueno,
a veces cuando me encuentro con algunos docentes me digo: “A mí me gustaría
enseñar así”, pero también se convierte algo muy ocurrente y que muchas veces
se quedan ahí, sin trascendencia pero ahora que realmente me estoy preguntando
sobre si realmente sí me gustaría serlo y el qué clase de licenciada me
gustaría ser, llego a un mundo muy utópico, ya que me imagino una clase
perfecta con los alumnos perfectos en un
espacio muy ideal y así, entonces trayendo esa respuesta a este plano de la
realidad solo la puedo responder desde una experiencia laborar en donde
encontré métodos y una manera diferente de enseñar a la convencional, donde
había aprovechamientos de herramientas para el desarrollo de las capacidades y
en la cual el docente deja de ser la persona que tiene todo el saber y el
conocimiento y pasa a acompañar de
manera cercana el proceso individual de cada estudiante.
En esta experiencia
laboral tuve la oportunidad de conocer y aprender cómo llegar a enseñar a
alguien, sin que se sintiera intimidado sino que ocurría todo lo contrario, el
estudiante estaba consciente de que tenía una posición donde prevalecía el
aprender bien, darle importancia a ese conocimiento que se le estaba brindando
y que su posición era única y que el tiempo o la manera de aprenderlo sólo
dependía de él y para esto el docente estaba ahí, para acompañarlo en el
proceso, a que el estudiante realmente sí obtuviera el conocimiento sin
importar la forma ni el tiempo que se tomara para aprenderlo. A parte tenía
también todas las herramientas para que el estudiante no dependiera solo del
conocimiento del docente sino que también tuviera la oportunidad de explorar y
de investigar por sí solo y de diversas maneras, aquí especialmente hay un
aprovechamiento de la tecnología y de todas las herramientas que ofrece, y esto
me parece muy interesante ya que el docente puede tomar todas estas plataformas
que ahora la tecnología crea y la internet permite, y la tiene abierta a todo el
mundo para proponer ejercicios y actividades
que desarrollen el conocimiento y la interacción del mundo virtual con
el real, y el buen uso de éstas pero que a la vez se vuelve en algo lúdico y más
cercano a las personas y se deja de depender de un solo espacio donde se lleva
a cabo el conocimiento y pasa a estar en cualquier lugar y momento.
Por otra parte las
clases se hacían de manera grupal y así los estudiantes logran mayor atención
al tema, pues tienen la oportunidad de escucharse entre sí y en todo momento hay
intercambio de información y el estudiante puede expresar sus dudas, sus
opiniones, sus experiencias y tal vez la aplicabilidad del conocimiento en un
futuro.
Allí también se llevaba
a cabo centros de interés, se abría talleres extra clases donde el estudiante
podía ir a profundizar sobre los temas que más le llamaron la atención y
aprender más en las áreas de mayor gusto.
Así que, a mí me
gustaría ser una licenciada comprometida, no con responder por el trabajo sino
por el conocimiento que estoy compartiendo al otro, aplicar estrategias donde
el estudiante tenga la oportunidad de aprender divirtiéndose y de aprender de
verdad, dependiendo del ritmo y de las diversas formas en que aprende, buscando
diferentes medios para repartir y encontrar información y la enseñanza, pues me
parece fundamental el aprovechamiento de los medios y las nuevas tecnologías
que el mundo nos está ofreciendo y más en el área de las artes, ya que las
artes ahora también está mediada por lo digital.
Considero que en el
área de las artes cabe la posibilidad de encontrarlo todo, una interacción con otras áreas y una infinita exploración que no sólo depende de lo técnico o lo
material sino también de la exploración sobre uno mismo, el ordenamiento de ideas
y pensamientos, de volver real algo “utópico” y sobretodo fuera de contexto.
También encuentro una multiplicidad de maneras de transmitir el conocimiento
desde lo artístico, pues cabe dentro de todas las posibilidades el cuerpo, lo
plástico, lo literario y musical, y más cuando se puede integrar con lo digital
pues ofrece un mundo por el cual descubrir y proponer.
Entonces creo que sí llegara a ser licenciada propondría toda éstas clases de estrategias aprendidas y que por lo que pude ver, funcionan. Aplicaría la fusión de la tecnología con el arte, la investigación, la exploración de materiales con el desarrollo de la imaginación.
Entonces creo que sí llegara a ser licenciada propondría toda éstas clases de estrategias aprendidas y que por lo que pude ver, funcionan. Aplicaría la fusión de la tecnología con el arte, la investigación, la exploración de materiales con el desarrollo de la imaginación.